Los adeudos caducan con en el tiempo, solamente cuando no se reclaman oportunamente por los acreedores. Sin embargo, es difícil que eso suceda.

Cuando el acreedor realiza las acciones necesarias para reclamar el compromiso financiero no cumplido por parte de su deudor, entonces esa deuda no prescribirá.

Aunque los adeudos pueden prescribir una vez pasados de tres a cinco años, sin que nadie haya reclamado su pago.

Vale mencionar que los prestamistas normalmente actúan de manera oportuna para evitar que el compromiso prescriba.

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Hay que aclarar que las obligaciones financieras deben estar plasmadas en un documento o título valor como un cheque, un pagaré o una letra de cambio.

Esto da vida jurídica al compromiso contraído para poder reclamarlo. De no existir ese contrato, en términos meramente legales, una deuda no existe.

¿Cómo reclaman deudas en Colombia?

En Colombia, se considera el contrato o el documento firmado tanto por el acreedor como por el deudor, donde quedan asentadas las condiciones de prescripción, de acuerdo con lo reglamentado en el artículo 2536 del Código Civil.

Si no existe ningún documento que se pueda presentar ante un juez para exigir el pago, será más difícil reclamar al moroso.

La prescripción significa que el acreedor ya no podrá reclamar el pago, pero aún así la marca del adeudo permanece en el historial crediticio, afectando de forma negativa.

Lo que en resumen anota el Código Civil colombiano es que las deudas de carácter formal se pueden extinguir. Hace referencia a que se supere el tiempo en el cual una deuda puede ser cobrada, pero esto dependerá de cómo se instrumenta la obligación, para que luego de cinco o diez años, efectivamente, prescriba.

En general, el artículo 2536 refiere que los títulos valores —como letras de cambio, pagarés y facturas— prescriben cuando pasaron tres años, así que si la deuda tiene más de cinco años, ya no se podrán embargar los bienes de manera jurídica.

Sin embargo, el deudor sigue siendo moroso y las centrales de riesgo lo tendrán anotado como un mal pagador.

Para eliminar ese reporte negativo en el historial crediticio es necesario llegar a un acuerdo de pago con la entidad acreedora. Eso es fundamental para tener finanzas sanas y un historial positivo, especialmente cuando se tiene planeado contraer en el futuro nuevos adeudos para incrementar el patrimonio.

No puedo pagar

Es importante tener en cuenta que contemplar la idea de no pagar una deuda, esperando a que muera con el tiempo, implica afectar el historial crediticio por meses e incluso años.

Ese registro de buen pagador es seguido de cerca por las centrales de riesgo.

Incluso cuando el deudor fallezca también lo harán sus deudas, porque resulta que los compromisos financieros no liquidados también se heredan.

La ley colombiana contempla que todos los ciudadanos tienen herederos. Sólo en caso de que se ponga en situación gravosa al heredero, éste podrá apelar a que el adeudo del difunto se cubra con los bienes que haya dejado.

La disciplina y la guía de asesores especializados trazan la ruta para sanear de una vez por todas los problemas de deudas.

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Necesito ayuda

Al estar en una situación de impago, es decir, que ya no fue posible pagar un crédito y ha pasado el tiempo en que se hizo el último depósito, quizá lo que más conviene es acercarse a ayuda especializada.

Las plataformas que ofrecen soluciones para liquidar deudas en mora, como la firma Bravo,  pueden ser una alternativa, pues cuentan con asesores que le explican al deudor en qué situación se encuentra y cuáles son sus opciones para mejorar y transitar hacia las finanzas saludables.

Al estar en una situación de endeudamiento, lo mejor es revisar la capacidad de ahorro. En función del ingreso mensual, se deberá asignar una cantidad a un fondo que eventualmente servirá para liquidar un compromiso crediticio.

Bravo es el nombre de una plataforma, con operaciones en Colombia, que brinda asesoría para diseñar planes de liquidación y rehabilitación financiera

Entender el modelo de negocio de estas empresas es abrirse una ventana para resolver una situación de impago, pues son expertos que identifican una oportunidad de rehabilitación financiera a través del ahorro que se realice de manera disciplinada.

Acércate a preguntar a las oficinas de Bravo sobre cómo funcionan y, seguramente, un asesor resolverá tus inquietudes. Bravo tiene cobertura en Colombia, con presencia en Bogotá y Medellín y atención telefónica al (601) 508 7556.

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