En Colombia, un proceso declarativo es un procedimiento judicial para solicitar a un juez el cumplimiento de una obligación.
El procedimiento puede variar según el tipo de proceso y se enfoca en establecer la existencia o inexistencia de un derecho o relación jurídica, pero no necesariamente conlleva una orden de cumplimiento o ejecución directa.
Si bien un proceso declarativo podría teóricamente usarse para declarar la existencia de una obligación de pago (si por alguna razón eso es disputado), no conduce directamente al cobro de la deuda.
Amenazar con un proceso declarativo específicamente para cobrar una deuda no procede jurídicamente, especialmente en el caso de los despachos dedicados a la cobranza. Ahora bien, si la deuda es entre particulares y uno de ellos no tiene cómo probar que prestó dinero porque no se firmó un pagaré o contrato alguno.
Antes de proceder con el proceso declarativo, considere la posibilidad de negociar un acuerdo de pago a través de la conciliación con el deudor. Este enfoque puede facilitar el reconocimiento formal de la deuda, y el acta resultante de la conciliación se transforma en una obligación claramente definida y ejecutable
Para reclamar el pago de una deuda, los procedimientos más adecuados son:
Proceso ejecutivo. Este es el procedimiento más común para el cobro de deudas en Colombia. Se inicia cuando el acreedor posee un título ejecutivo (documentos que según la ley tienen esta calidad, como cheques, letras de cambio, sentencias judiciales, contrato bancario). El proceso ejecutivo permite solicitar al juez que ordene medidas cautelares y finalmente el embargo y remate de bienes del deudor, en caso de que no se liquide la deuda reclamada.
Proceso monitorio. Introducido recientemente en el sistema jurídico colombiano por el Código General del Proceso, este tipo de proceso permite al acreedor obtener un mandamiento de pago de forma rápida si dispone de un principio de prueba escrito que demuestre la deuda. Si el deudor no se opone o no justifica adecuadamente su oposición, el juez puede convertir este mandamiento en una sentencia ejecutiva.
Es importante buscar asesoría legal específica para evaluar cada caso en particular, y decidir el mejor curso de acción legal de acuerdo con la situación específica y los documentos disponibles.
En Colombia, los bancos generalmente optan por el proceso ejecutivo para reclamar deudas, ya que este es el método más directo y eficaz para el cobro de obligaciones claramente establecidas y respaldadas por títulos ejecutivos.
El proceso monitorio, por otro lado, es relativamente más reciente en el sistema jurídico colombiano y está diseñado para reclamar deudas que no cuentan con un título ejecutivo pero que están soportadas por algún principio de prueba escrito.
Un deudor puede estar reportado en las centrales de riesgo y, además, ser objeto de un proceso ejecutivo para reclamar el pago de una deuda. Estas son dos situaciones que están relacionadas, pero operan en ámbitos diferentes.
Cada uno de estos procesos tiene consecuencias específicas y sirve a propósitos distintos en el manejo de créditos y deudas en el sistema financiero y legal colombiano.
Resolver problemas de deuda no es un proceso rápido y requiere disciplina y compromiso. Si tus deudas son muy elevadas o complejas, considera buscar el consejo de un profesional legal o financiero que pueda ofrecerte guía específica para tu situación.
Algunos pasos que puedes seguir son:
Evaluar la situación. Anota cuánto debes, a quién le debes, y los intereses o penalidades asociadas con cada deuda. También debes revisar tu presupuesto para determinar cuánto puedes pagar realmente hacia tus deudas cada mes.
Priorizar deudas. Algunas deudas, como las de tarjetas de crédito con altos intereses o préstamos informales, deberían tener prioridad debido a sus altos costos.
Negociar con acreedores. Puedes intentar negociar directamente con tus acreedores para llegar a un acuerdo de pago más favorable o buscar un intermediario confiable y certificado que haga esta negociación.
Acuerdos de reestructuración o refinanciación. Muchos bancos y entidades financieras ofrecen opciones para reestructurar o refinanciar deudas existentes.
Utilizar servicios de asesoría financiera. Existen servicios de asesoría que tienen plataformas con soluciones para negociar con acreedores, ahorrar y acceder a nuevos préstamos, como la empresa Bravo que tiene presencia en Bogotá y Medellín, con atención telefónica al (601) 508 7556.
Pago de deudas. Conforme a tus acuerdos y posibilidades, empieza a pagar tus deudas de manera sistemática. Cumple con los acuerdos de pago y evita contraer nuevas deudas mientras estás en este proceso.
Aprender sobre finanzas personales. Considera recursos en línea, cursos y talleres sobre presupuesto, ahorro, inversiones y gestión financiera.
Revisar el informe de crédito ante Centrales de Riesgo. Después de pagar tus deudas, asegúrate de que tu informe de crédito se actualice adecuadamente.
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